Casi cualquier blog con historias de montaña se podría resumir del siguiente modo:
Agh! Es tentador... todo el tiempo que me iba a ahorrar :-)
Aunque creo que, después de la sorpresa inicial ante semejante parida, no os entretenería más que los gatos de mixta jugando a "piedra, papel o tijera" para siempre.
Así que vamos a lo que nos ocupa. Sin más preámbulos con todos ustedes las Peñas del Prado!
Llegamos desde Babia una mañana de octubre, sin ganas de madrugar mucho y con idea de conocer esa maravilla de la que habíamos oído hablar y que nos quedaba tan cerca. El valle de Arbas nunca defrauda, las Peñas del Prado tampoco. Mucha roca de buena calidad y muchas vías de varios largos. Decidimos empezar por una facilita para tomar contacto con la zona: Peñacorada (IV+, 130m).
Nada más empezar tuvimos un problema "existencial". Juan se encargaba del primer largo, graduado en III, por lo que no se esperaban muchos problemas pero... a Juan no le cabía en la cabeza que un III pasase por un desplome. Subió para verlo y que no, que no, que no y que no... ¡Esto no es un tercero!
No es que no se pudiese subir (quizá fuese un IV+/V) pero no estaba seguro de que la vía fuese por ahí. Así que se volvió abajo a ver el croquis... y si lo piensas bien vaya tontería!!! ¡¿Cuando hemos ido nosotros por la vía correcta?!
En esto que aparecieron otros escaladores que venían a hacer Lago de Luna y aprovechamos para preguntarles si sabían por donde iba la vía. Por su respuesta demostraron ser unos cachondos: "Es que Adrados siempre gradúa un poco por debajo para darle emoción!". En ese momento no los conocimos pero después sabríamos que eran Xiblo y Setmil.
Sandra, que no tenía muchas ganas de seguir filosofando sobre "por donde iba la vía", tomo el relevo y en un periquete cantaba reunión ( por cierto el largo lo saco por una chimenea de IV+ a la derecha de donde marcaba la guía).
El siguiente era largo era el más vertical y difícil y Juan volvió a intentarlo para quitarse el mal sabor de boca del primero. Este largo también lo terminó haciendo por donde le dio la gana y resulto ser un bonito diedro con pasos en placa.
Sandra y Rosi le siguieron hasta llegar a una estrecha repisa desde donde las vistas del valle de Arbas son increíbles.
El último largo era otro III y resulto ser muy fácil ( igualito que el primero!) y se lo dio Sandra.
La bajada la hicimos destrepando por una canal que queda a la derecha de las vías. Una vía estupenda... habrá que volver!
1 comentario:
Tanta tontería de por aqui si, por aqui no... pues se sube por donde se puede y al final queda un día divertido!!
Y bueno, hace poco volví a intentar ese famoso III y nada!!! :-( si eso es un III, mi grado de escalada debe estar en II- je je
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