Así que, en cuanto tuvimos la oportunidad, nos dispusimos a visitar las Tres Marías, las montañas más representativas del Valle de Arbas. Desde el pequeño pueblo de Casares de Arbas las vistas son impresionantes... pero después de una pequeña aproximación de menos de una hora pudimos contemplar la verdadera cara de estas montañas.
Cada giro, cada collado nos daba una nueva y espectacular perspectiva.
La apariencia de inaccesibilidad de las Tres Marías es algo engañosa ya que, una vez encaramados al cordal, pudimos alcanzar sus cumbres andando.
La excepción es el Palero de Casares, la primera de las Tres Marías, que presenta un gran corte con la segunda.
De todos modos la cumbre del Palero de Casares también se puede alcanzar con fáciles pero aéreas trepadas por la arista este.
Para terminar la salida nos dirigimos al Pico de La Brazosa y descendimos a por Cubillas de Arbas, rodeando la Peña Barragana.
Vimos lo suficiente para saber que todavía no hemos visto nada del Valle de Arbas. Los nuevos planes se acumulan: ascender al Palero de Casares, alguna vía de escalada en la Peña Barragana... Nos encanta la Cordillera Cantábrica, ojala nos guarde más regalos como este!!!