miércoles, 27 de octubre de 2010

Tres Marías y el Valle de Arbas

Teníamos muchas ganas de conocer el Valle de Arbas. Nos enteramos de su existencia por casualidad y nos pareció increíble haberlo pasado por alto estando tan cerca de Babia y Luna. La Cordillera Cantábrica sigue siendo una zona de montaña con muy poca publicidad y esconde "secretos" como este ;-)


Así que, en cuanto tuvimos la oportunidad, nos dispusimos a visitar las Tres Marías, las montañas más representativas del Valle de Arbas. Desde el pequeño pueblo de Casares de Arbas las vistas son impresionantes... pero después de una pequeña aproximación de menos de una hora pudimos contemplar la verdadera cara de estas montañas.




Cada giro, cada collado nos daba una nueva y espectacular perspectiva.


La apariencia de inaccesibilidad de las Tres Marías es algo engañosa ya que, una vez encaramados al cordal, pudimos alcanzar sus cumbres andando.




La excepción es el Palero de Casares, la primera de las Tres Marías, que presenta un gran corte con la segunda.


De todos modos la cumbre del Palero de Casares también se puede alcanzar con fáciles pero aéreas trepadas por la arista este.




Para terminar la salida nos dirigimos al Pico de La Brazosa y descendimos a por Cubillas de Arbas, rodeando la Peña Barragana.




Vimos lo suficiente para saber que todavía no hemos visto nada del Valle de Arbas. Los nuevos planes se acumulan: ascender al Palero de Casares, alguna vía de escalada en la Peña Barragana... Nos encanta la Cordillera Cantábrica, ojala nos guarde más regalos como este!!!

miércoles, 13 de octubre de 2010

Cabo Peñas

En uno de esos días de descanso entre salidas a la montaña nos acercamos a Cabo Peñas, cerca de Gijón.



La verdad es que nunca hacemos muchos días de descanso, pero hay ciertos lugares que merecen la pena ser visitados y Cabo Peñas es un lugar impresionante.





Nosotros no perdimos la oportunidad de "trepar" por allí y de alcanzar el buzón que hay arriba del todo.









Ni que decir tiene que, antes de bajar, no pudimos resistir la tentación de dejar una tarjeta de cumbre ;-)

sábado, 2 de octubre de 2010

Habrá merecido la pena

Todo el que se ha acercado alguna vez al mundo de la montaña sabe que no es un camino fácil, esta lleno de sacrificios.


Los madrugones, el frío, el cansancio, el hambre, la sed...


...y, a menudo, también el miedo y el dolor.


Sacrificios que nos obligan a enfrentarnos con nosotros mismos, a esforzarnos más, a encontrar nuestro espíritu de superación para llegar a nuestros objetivos...


Aunque, muchas veces, nuestros objetivos parezcan no tener ningún sentido para otras personas. Aunque solo persigamos saber que somos capaces de hacerlo, de crecer, de vivirlo, de volver...




Cada persona afronta estos sacrificios de una forma diferente y personal. Es nuestra forma de entender la montaña, un reflejo de nuestro modo de ver la vida.


Pero quien ha decidido emprender este camino rara vez se arrepiente de haberlo hecho, a pesar de las consecuencias. Cada esfuerzo que hacemos nos llevan un paso más allá, cada barrera que superamos nos cambia. No hay vuelta atrás.


La montaña nos permite ver todo de un modo mucho más sencillo, de valorar de otro modo. La amistad, el compañerismo, la realización personal o, simplemente, el aire frío en la cara.


Y, cuando ponemos lo suficiente por nuestra parte, la montaña nos regala experiencias únicas que nos hacen pensar que vivir la vida habrá merecido la pena.








Las fotos son de un día de escalada en la comarca de Luna.