viernes, 26 de marzo de 2010

Año de avalanchas

Este fin de semana estuvimos en el macizo del Posets. Cuando bajamos del refugio Angel Orus recuperamos la cobertura de nuestros móviles después más de 2 días "desconectados" y aprovechamos para llamar a nuestros familiares. Nos sorprendió su tono de preocupación y su alivio cuando supieron que estábamos bien: una avalancha en el pirineo oscense había acabado con la vida de una persona y otras dos se encontraban graves.

Este año hemos tenido un invierno bastante triste con varias avalanchas de consecuencias mortales. La verdad es que asusta, y te planteas por que algunos hemos tenido la suerte de no encontrarnos en el camino de ninguna avalancha y otros no. Parece tan aleatorio que no hay nada que podamos hacer para evitarlo... y sin embargo no es así.

Ultimamente he estado sacando información de las noticias de accidentes con avalanchas, buscando algún indicio de que es lo que se hizo mal, para aprender de los errores de los demás.

No soy ningún experto y, desde luego, no es mi intención juzgar a nadie pero muchos de los accidentes de avalancha que he analizado me han sorprendido. Posiblemente las personas alcanzadas por la avalancha tenían buenos motivos de estar en ese lugar en ese momento pero...

Todo el mundo sabía que este último fin de semana iban a subir las temperaturas e iba a llover aumentando el riesgo de avalancha sobretodo en zonas bajas. El accidente de este fin de semana se produjo en el Pico del Águila, un lugar donde se forman grandes cornisas a una altura muy modesta (1.976 m), en un corredor encajonado donde no hay escapatoria en caso de avalancha y a las 12:00 ( mucho más tarde de lo recomendable para haber acabado la actividad).

Otro caso que me llamo la atención fue el los dos montañeros muertos por avalancha en el Pico Espigüete. Una placa de viento se desprendió y les arrastro hasta una pared vertical de 100 metros de altura ( yo he estado allí y me da escalofríos de solo pensarlo). El accidente se produjo sobre las 17:00... demasiado tarde.

Los siguientes consejos son los que me aplico a mi mismo:
  • Aprende todo lo que puedas del comportamiento de la nieve, todo el conocimiento que puedas adquirir será útil.
  • Sospecha de las condiciones de la nieve en todo momento, mantente alerta sobre el estado de las cornisas, busca placas de viento y vigila el termómetro. Evalúa el riesgo en todo momento y preparate mentalmente para renunciar si es necesario.
  • Prepara cada salida informándote de los riesgos de la ruta que piensas hacer y de la previsión meteorológica. Cambia de plan si es necesario.
  • Cuando asumas el riesgo de pasar por una zona expuesta a avalanchas hazlo rápido y lo más temprano posible
  • Lleva el material necesario para rescate en caso de avalancha ( ARVA y pala) y aprende a utilizarlo

1 comentario:

Sandra dijo...

En la montaña siempre hay que madrugar, el mediodía es ya tarde para hacer cumbre en invierno, y darse la vuelta es siempre una opción válida, aunque sólo te queden unos metros para hacer cumbre, siempre podrás volver otro día, no?

Aunque siempre tienes riesgo en la montaña y cada día que sales lo asumes, creo que hay que intentar que las cosas evidentes no se nos olviden.
Merece la pena arriesgar tu vida por dormir dos horas más??