El tiempo fue bastante malo así que aprovechamos para hacer la Gran Facha que, sin estar exento de dificultades, es mucho más sencillo.
El día empezó raro: a Roberto se le olvidó el casco en el refugio e intentó ponerse los crampones del revés. Pero el ambiente era majestuoso ( como siempre en el entorno de Respomuso) e intentamos aprovechar el día.
Finalmente llegamos al collado de la Facha, no sin antes hundirnos y maldecir en la nieve blanda. Desde allí emprendimos el delicado ascenso por la arista de la Gran Facha.
La arista no es complicada y se pueden evitar la mayoría de las dificultades. Pero si tuvimos alguna trepada obligada bastante resbaladiza y sospecho que la niebla no nos permitió ver las generosas caídas sobre la vertiente francesa.
Ya en la cumbre, nos esperaba una estatua de la Virgen de Lourdes con una inscripción: "En recuerdo de los fallecidos en montaña".
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