Como todo el mundo sabe las cabras estan locas y, por otra parte, tiran pal monte... Así, sin saber muy bien si fue antes el huevo o la gallina, nos dirigimos, contentos y felices, a la cara norte de Cabezas de Hierro.
Había una ola de frío, así que estabamos entusiasmados con la idea de subir rampas de hielo duro, duro.
Nos internamos en el bosque hasta llegar al circo de las Cerradillas.
Para llegar por fin al circo glaciar de Cabezas.
Nos calzamos los crampones y sacamos el piolet para empezar a remontar las primeras rampas hacia el tubo Central de Cabeza Mayor (40-45º)... Pero una fuerza misteriosa hizó que nos dirigieramos hacia las Cascadas de Cabezas (60º-90º)!!!
Y es que tenemos un pequeño problemilla que, a veces, nos obliga a hacer cosas extrañas. Como si fueras zombies... pero nosotros no queremos!!!
Sandra hace honor a su rebaño... esta como una cabra y hace que siempre cambiemos nuestras rutas al grito de
"por aquí es más diver!!!".
Juan es malisimo calculando la inclinación de las rampas de hielo y es famoso por sus embarques que siempre van precedidos por su celebre frase de
"pués parece que por ahí no es mu pino".
Y Araceli tiene el peor problema de los tres, se fia de Sandra y Juan!!!
Así que allí estabamos, tres idiotas en las Cascadas de Cabezas.
Sin cuerda.
Con solo piolet.
Con crampones de 10 puntas.
Vaya cagada!!!
Sandra pasó el resalte inicial con gran emoción y animando al resto como corresponde a su estado mental
"vamos chicos que es chupi".
Juan no estuvo muy de acuerdo con Sandra cuando se encontró con el primer clavo...
Araceli, la pobre, los sufria en silencio.
Pero pasados los resaltes salimos, por fin, al Tubo Central y pudimos continuar nuestra ascensión más tranquilamente.
El sol salió a nuestro encuentra ya cerca de la cresta cimera.
Y poco después haciamos cumbre en Cabezas de Hierro Mayor.
La vuelta la hicimos sin complicaciones por la Cuerda Larga.
